Si bien la laparoscopia diagnóstica se ha practicado desde principios de siglo, ha sido la explosión de la cirugía laparoscópica de los últimos años la que ha impulsado dicha técnica. En estos momentos, son los cirujanos los que más la practican ayudados por equipos con grandes avances técnicos, los cuales no solo les permiten ver dentro del abdomen sino que les proporcionan la posibilidad de manipular órganos, tomar muestras, o incluso practicar tratamientos en un mismo acto. Es por ello que las indicaciones principales se establecen en dos sentidos: por un lado, la detección y diagnóstico diferencial de ciertos tumores y su estudio de extensión y por otro, la identificación y resolución de emergencias quirúrgicas.
Cirugía laparoscópica en el estudio de tumores:
La visión directa de la laparoscopia permite apreciar lesiones más pequeñas que con la TC o la Eco abdominal. Por esta razón, es posible demostrar la presencia de metástasis, adenopatías o carcinomatosis peritoneal en mayor número de casos con la laparoscopia que con otras pruebas diagnósticas, siempre y cuando las lesiones sean accesibles a la visión de la óptica. Un valor añadido de la laparoscopia es la posibilidad de palpar, manipular, mover disecar y biopsiar los órganos o tejidos, adquiriendo muestras para la obtención de resultados anatomopatológicos concretos, en muchos casos intraoperatoriamente. Los hallazgos laparoscópicos junto a los informes anatomopatológicos van a determinar en ocasiones cambios de actuaciones terapéuticas, incluso van a contraindicar la cirugía orientándonos hacia otras estrategias de tratamiento.
A pesar de que el uso de la laparoscopia en el estudio de los tumores tiene utilidad limitada, en algunos Centros anecdótica, se ha empleado con éxito en el cáncer de páncreas, donde puede definir la irresecabilidad, en el cáncer de hígado, en el cáncer de la vesícula biliar, en el diagnóstico de linfoma Hodgkin y Non-Hodgkin y en ascitis de etiología desconocida.
De cualquier modo, la laparoscopia diagnóstica reduce el número de laparotomías exploradoras innecesarias y como consecuencia la morbilidad y la estancia hospitalaria derivadas de ellas.
Cirugía laparoscópica en urgencias.
El aspecto más interesante para practicar laparoscopia de urgencia es la posibilidad de integrar el diagnóstico y el tratamiento. Si coincidimos en que el abdomen agudo es una circunstancia en la cual el diagnóstico clínico es a menudo ambiguo, comprenderemos que la laparoscopia juega su papel más importante cuando su indicación pueda determinar una conducta que genere varias modalidades de tratamiento o cuando la terapéutica laparoscópica vaya a ser posible. Este es el caso de la duda diagnostica que puede surgir en la mujer entre procesos digestivos y procesos ginecológicos.
Otro campo donde la laparoscopia ha sido introducida con máximo acierto es la evaluación de pacientes ancianos con el fin de evitar laparotomías innecesarias. Aquí la laparoscopia es capaz de aclarar hasta un 86% de diagnósticos dudosos y previene laparotomías innecesarias hasta en un 57% de casos en los que es usada.